martes, 23 de junio de 2009

Discapacidad e integración familiar

La palabra discapacidad hace referencia a una no capacidad, esa persona no está capacitada funcionalmente y depende de alguien o algo para realizar cosas. Una persona discapacitada es aquella que producto de una o más deficiencias no puede realizar cosas como los demás o vivir como todos los demás, como lo normal. Esto también significa que son personas que están fuera de la norma y fuera de ciertas leyes y que por lo tanto hubo que crear y hoy existen, normas y leyes dirigidas al beneficio de esta población.


Lo importante de esto, independiente de cuál sea la o las deficiencias existentes que hacen de una persona un discapacitado es que logre plena integración o más aún, logre ser incluida en nuestra sociedad. ¿qué significa eso? significa que nadie va a mirar raro a esa persona, que no va a ser discriminada por nada ni nadie, que las normas y leyes dictadas la respaldan sin dar cabida a interpretaciones y que tiene que ser considerada como un igual.


Ahora, ¿cómo se logra esto? Creo que lo primordial es empezar por la integración e inclusión familiar, para muchas familias el integrar o incluir a un hijo o hermano con discapacidad en su vida diaria no es algo fácil. Hay quienes pensarían que esto es algo que se debiera dar en forma natural, pero muchas veces los discapacitados quedan marginados de sus propias familias.


¿Qué es lo que sucede? Muchas veces no tienen el comportamiento adecuado, son tan dependientes que en reuniones familiares o sociales estorban, se podría considerar que como no comprenden lo que sucede mejor que no participe, etc. Miles de razones pero lo cierto es que por muy afectado que esté esa persona, limitarlo dentro de su propio círculo familiar es coartar sus aprendizajes, su capacidad de desarrollo emocional y cognitivo y no sólo eso, si no que no se puede esperar que sea aceptado dentro de nuestra sociedad si su propia familia no lo acepta y por último, sin saberlo, se puede estar incurriendo en una negligencia.


Las familias viven un duro duelo, un proceso de aprendizaje largo y difícil con una persona discapacitada, sobre todo cuando son grados severos o profundos de retardo mental, autismo, parálisis cerebral y otros multidéficit; pero deben asumirlo como tal y hacer frente al futuro.

Sacar adelante a un hijo discapacitado no es fácil pero se puede.


¿Cómo? Debe haber un ambiente familiar cercano y estimulativo. Los padres deben ser creativos e ingeniosos al momento de resolver problemas y generar soluciones. Deben hacer partícipe a su hijo como si fuera cualquier otro, tratarlo con la mayor normalidad posible, así será normal no sólo a ojos propios si no que también a los ajenos.


Recuerden que su hijo aunque discapacitado y dependiente, también es persona, igual que uno mismo que tienen un orgullo propio y una dignidad, que hay cosas que se deben tener siempre presentes, como la vestimenta apropiada a la edad cronológica, como mantener la reserva sobre sus intimidades, si no controla esfínteres por ejemplo, no permitir que cualquiera lo mude sólo ciertas personas y lo suficientemente cercanas, no hay que olvidar que exponerlo demasiado también representa un riesgo para él.


Para terminar, sólo quiero reiterar que la integración e inclusión empieza en casa, con la familia y los círculos cercanos, que discapacitados o no, todos somos personas y nos debemos respeto unos a otros.

Sofía PSP

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